EL BALCON DE NOLITO

Se encuentra en Peniche, en el arranque de la calle López Mora hacia Traviesas.

Ignoramos si vive allí el jugador, creemos que no. Pero si así fuera y en el edificio residiera, la idea es magnífica: coloca su efigie bien adornada en el balcón y de esta manera no tiene necesidad de asomarse cuando, cansado después del partido, los aficionados acudan a ovacionarlo tras un "hat trick" en Balaídos.

Además cuenta la instalación con una ventaja añadida, la farola. De modo que la figura del futbolista estará iluminada si el encuentro ha sido nocturno y los forofos aparecen ya bien entrada la noche.

Nolito, todo un personaje también fuera de los terrenos de juego, es gaditano. Y los jugadores de Cádiz siempre se adaptaron muy bien en Vigo. Queda el recuerdo de Pedrito, aquel desinhibido defensa derecho de pata larga y escasa técnica que una vez marcó un gol por darle mal al balón que pretendía centrar. Cuyo hijo Lucas, nacido en nuestra ciudad, es componente del exitoso dúo musical Andy y Lucas, el nombre por un gran delantero centro del Celta, magnífico cabeceador, que fue su padrino de bautizo.

También era gaditano el portero Pinto, de segundo apellido Colorado, de la mismísima Bahía, natural de El Puerto de Santa María, al que en un momento de apuro fichó el Barcelona. Aunque buen guardameta, siendo suplente su principal misión en el club catalán era la de entretener, hacer sonreir a Messi y cuidar del astro, con el que hizo muy buenas migas.

Nolito, como los anteriores, es feliz en Vigo, así lo ha declarado en varias ocasiones. Y como es de la bella Sanlúcar, en la desembocadura del Guadalquivir, frente por frente de Doñana, por lo tanto buen conocedor de los restaurantes de Bajo Guía, sabe apreciar nuestros pescados y mariscos, sobre todo los mariscos. Y a pesar de que los langostinos de Sanlúcar son inigualables, o quizás precisamente por eso, también se ha convertido en un gran devoto del pulpo.

Muy en especial, que él no es tonto, como también ha manifestado para que quedara claro, del pulpo de Bueu, cuyo alcalde y amigo tuvo el acierto de nombrarlo en su última edición, el pasado mes de Agosto, pregonero de la Festa do Polbo, lo que mereció en un diario el siguiente titular: "Nolito desata la locura en Bueu".

Pensamos, efectivamente, que allí, en la calle López Mora, no vive Nolito. Pero da lo mismo, es también su balcón. Y seguro que muchos celtistas cuando pasan por delante aplauden.

Lo malo es que igual en Enero, como antes hizo Pinto, pone rumbo a Barcelona. No para hacerle las gracias y divertir a Messi, que también, sino, principalmente, para ayudarle en el campo y meterse a la afición culé en el bolsillo.

Gracias, Nolito. Por divertirnos a nosotros.