CUANDO SE TIRARON PAPELES CONTENIENDO IMPORTANTE PARTE DE LA HISTORIA DEL PUERTO

Ocurrió hace ya unos cuantos años: un chamarilero con establecimiento en el Casco Vello observó en un contenedor de obras de la calle Velázquez Moreno unos sacos con papeles que llamaron su atención. Recogió uno de aquellos sacos, se lo llevó y cuando examinó su contenido descubrió que se trataba de manifiestos de embarque del Siglo XIX... Algunos de los cuales llegaron a nuestro poder tras la correspondiente transacción, siendo uno de ellos, de 1860, es el que se reproduce parcialmente arriba.

Quien estaba en posesión de semejante legado, probablemente un descendiente de consignatarios, decidió un mal día tirar por la borda y a la calle cientos de aquellos documentos y testimonios de la historia del puerto.

Cuando el chamarilero regresó apresurado al lugar del hallazgo, el contenedor ya no estaba allí. El resto de los manifiestos se encontraría camino de algún vertedero.

PERO UN CONSIGNATARIO Y LA AUTORIDAD PORTUARIA HICIERON LO MISMO

No es un caso único, hay otros. Que nosotros sepamos, de igual manera actuó, no hace tanto tiempo, un importante consignatario, que era de los más antiguos en la plaza y que cuando se mudó a nuevas oficinas abandonando el añejo y precioso local en el que se encontraban su negocio desde hacía muchísimos años tiró todos los documentos ya "caducados" a la basura. Entre ellos un considerable número de aquellos maravillosos carteles de los antiguos trasatlánticos con los que se anunciaban rutas y escalas a Santos, Montevideo, Buenos Aires y otros puertos de Sudamérica. Unos carteles que,  otras consideraciones aparte, hoy tendrían un considerable valor.

Pues bien, lo mismo hizo la Autoridad Portuaria hace unos veinte años, cuando una iluminada y diligente funcionaria se propuso hacer limpieza, es de suponer que con el beneplácito del director del organismo. La mujer arrampló con todos los papeluchos, algunos ya bastante amarillentos, y al contenedor con ellos para ser icinerados.

Total, que no acuda el lector a la Plaza de la Estrella a intentar documentarse acerca de, por ejemplo, testimonios de escalas o manifiestos de carga anteriores al año 1995. Porque no va a encontrar nada.